En un mapa de tiempo nos vamos a encontrar principalmente con dos cuestiones a analizar:
a) En el hemisferio norte los vientos borrascosos giran en sentido antihorario, y los anticiclones en sentido horario. Al contrario sucede en el hemisferio sur.
b) Las direcciones del viento, en relación a las isobaras, son marcadamente paralelas, formando un pequeño ángulo hacia el interior de las bajas presiones, tanto mayor cuanto más próximos nos encontremos de la superficie de la Tierra, y más acusado si estamos sobre tierra que si estamos sobre mares.
c) Donde las isobaras aparezcan más apretadas (mayor gradiente horizontal de presión) el viento tendrá mayor intensidad.
2) Los frentes meteorologicos, es decir, las fronteras que separan masas de aire con distintas caracteristicas termicas.
Recordemos que hay tres tipos de frentes: cálido (cuando una masa de aire cálido se desplaza sobre una zona ocupada por otra de aire frío), frío (cuando es la masa fría la que se mueve en una región de aire cálido), y estacionario ( en donde ambas masas de aire, fría y cálida, son adyacentes, pero no desplaza una a la otra).
Además de estos tres tipos básicos, existe una cuarta clase de frente, el ocluido, que tiene lugar cuando un frente frío, que se desplaza a mayor velocidad, alcanza a otro cálido que va por delante del primero, y obliga a ascender el aire cálido.
A partir de toda esta informacion, vamos a ver como, mirando un mapa del tiempo, con sus isobaras y sus frentes, debemos interpretar la informacion para sacar datos concretos.
Estima de dirección y velocidad del viento.
Para determinar la fuerza del viento a partir del mapa meteorológico hay que tener en cuenta:
a) A igualdad de separación entre isobaras, las que son rectas (anticiclónicas) originan vientos de más fuerza que las que provocan las curvas (isobaras ciclónicas)
b) A igualdad de separación, las isobaras de latitudes bajas llevan asociados vientos de mayor fuerza que en latitudes elevadas.
c) Masas de aire frío e inestable sobre superficies de agua cálida producen vientos más fuertes que masas de aire cálido y estable sobre superficies marinas frías, para igual densidad isobárica.
La visibilidad es un factor difícilmente previsible, a menos que se disponga de información procedente de otros buques. La reducción de visibilidad a consecuencia de nieblas o neblinas se ve favorecida por la presencia de masas de aire cálido y húmedo sobre zonas marinas frías, por ausencia de viento y por condiciones de tipo anticiclónico. Cualquier situación que provoque movimientos lentos de aire procedentes del sur dará lugar a nieblas que disminuyen la visibilidad. El aire polar que marcha tras los frentes fríos es, en cambio, síntoma de buena visibilidad (con la excepción de las zonas directamente afectadas por los chubascos).
Pondremos atención a las depresiones en V, que suelen ir acompañadas de línea de turbonada, con nubes en forma de torre, fuertes precipitaciones y chubascos de viento de dirección variable. Este fenómeno aparece en las vaguadas en V que se encuentran en el semicírculo sur de una depresión en el hemisferio norte y viceversa. Ocasionalmente podemos encontrar vaguadas en V en los semicírculos norte (sur) de una baja presión en el hemisferio norte (sur), pero en este caso no hay líneas de turbonada, sino una lluvia del tipo frente cálido.
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