domingo, 12 de julio de 2009

Maniobra de remolque en alta mar (II)

Cuando tengamos que hacer firme a bordo un cabo de remolque, jamas debe amarrarse en la forma que se ve en la primera figura (a)), pues si así se hiciese, como la mayor tensión se efectúa sobre el bitón de popa, sus esfuerzos tienden a levantarlo, pudiendo llegar muy fácilmente a arrancarlo todo.

En la siguiente figura, (b), por el contrario, la mayor tensión es recibida por el bitón de delante, es decir, el que corresponde a la parte de donde se recibe la estacha del remolcador; en estas condiciones, aunque el de popa también reciba algún esfuerzo, trabaja mucho mejor y el remolque queda afirmado con más seguridad.

La longitud a dar a los remolques no puede establecerse con carácter general. En cada caso, según el tamaño de ambos barcos, el peso del cable de remolque, la longitud de la ola, las condiciones de gobierno del remolcado y otras circunstancias, aconsejarán lo que convenga. Sin embargo, cuando se trata de barcos que no sean remolcadores, la longitud estará siempre impuesta, obviamente, por la longitud de los cables/cabos de que se disponga. En general, en mar abierta convendrá la mayor longitud posible de remolque, para acrecentar las medidas de seguridad.
Con respecto a la longitud de la ola, convendrá que la del remolque sea tal que remolcador y remolcado se encuenten simultáneamente en seno o en cresta, pues así trabaja mejor el remolque, sin dar los grandes estrechonazos (sacudidas de estiramiento y aflojamiento brusco) que en caso contrario se producirían.

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